La arteriosclerosis y los trastornos circulatorios derivados de esta enfermedad son las dolencias más frecuentes en personas de edad avanzada. Los vasos sanguíneos envejecen con los años y sus paredes pierden elasticidad. Debido a ello, en algunos puntos se producen fisuras microscópicas en las se infiltran sustancias que transporta la sangre como el calcio y las grasas y van formando poco a poco depósitos. La acumulación de estas sustancias provoca la estenosis de los vasos y obstaculiza el flujo sanguíneo. Se habla también de la "calcificación de las arterias". Aunque las arterias son más estrechas, por ellas debe pasar la misma cantidad de sangre lo que origina el aumento de la presión. El suministro de sangre cargada con oxígeno y sustancias nutritivas a los tejidos, al corazón, al cerebro y a otros órganos queda también limitado. La estenosis de los vasos coronarios puede perjudicar la alimentación del músculo coronario lo que inevitablemente provocará la reducción de la potencia cardíaca.
La aparición y propagación de la arteriosclerosis es debida en parte, a la constitución hereditaria y en parte, a factores externos. Es bien conocido que el consumo de alcohol y tabaco, una alimentación inadecuada y las situaciones de estrés representan los mayores factores de riesgo. Una parte importante del tratamiento de la arteriosclerosis consiste en cambiar ciertas costumbres perniciosas. Se recomienda no tomar grasas animales, limitar el consumo de alcohol y tabaco, evitar situaciones de estrés y realizar ejercicio diariamente, por ejemplo dando largos paseos.
Hay remedios naturales que se sirven de sustancias activas para combatir este tipo de dolencias que afectan a personas de edad avanzada, como son la arteriosclerosis, la presión alta y un corazón fatigado y de las cuales cabe destacar los siguientes:
El Ajo (Alliu sativum) contiene más de 75 sustancias, una de las más importantes es la allicina que dilata los vasos sanguíneos y evita las formaciones de depósitos en las paredes de las arterias por lo que previene la arteriosclerosis. También disolver acumulaciones de grasa ya existentes, lo que significa que el ajo no sólo es adecuado para prevenir la enfermedad, sino que también sirve para limpiar las arterias afectadas.
El Espino blanco se conoce desde hace mucho tiempo como reconstituyente cardíaco. Sus sustancias activas de crataegus mejoran considerablemente la irrigación sanguínea del músculo cardíaco, retardando el envejecimiento de los vasos coronarios. La condición indispensable para el buen funcionamiento del corazón es que los vasos coronarios y el músculo cardíaco reciban la suficiente cantidad de oxígeno. El espino blanco aumenta el flujo de sangre fresca cargada con oxígeno, fortaleciendo de este modo el corazón.
Hojas de Olivo (Olea europaea) adquiriendo una importancia cada vez mayor como remedio natural. Coincidiendo con los estudios científicos, cabe destacar principalmente el efecto depresor de la tensión sanguínea, debido a la acción de sustancias contenidas en la hoja de olivo similares a la colina. Otros estudios revelan una mejora de la elasticidad de los vasos sanguíneos y de la fluidez de la sangre, así como un efecto relajante sobre el corazón nervioso. Como principio activo fundamental se aisló, entre otros, la oleuropeína, sustancia de sabor amargo.