El calcio y el magnesio forman la mayor parte de las sustancias minerales del organismo humano
Calcio
El calcio es fundamental para los huesos y los dientes, protege el sistema inmunológico, controla la excitabilidad de los nervios y músculos. Juega un papel importante en el metabolismo celular y en la coagulación de la sangre y controla la porosidad de las paredes celulares. Un cuerpo normal y sano contiene aproximadamente 1,5 – 2,5 Kg. de calcio del que el 90% se encuentra en el esqueleto óseo y en los dientes.
Las perturbaciones en el balance de calcio son con frecuencia debidas a una mala absorción en el intestino. La alimentación inadecuada juega un papel importante, pero también la edad, el sexo, las hormonas y el consumo de alcohol y tabaco.
Si el cuerpo no asimila suficiente calcio, el organismo toma automáticamente el calcio que necesita del que está depositado en los huesos. Con frecuencia el estado carencial de calcio no se aprecia durante mucho tiempo y la estructura ósea se debilita cada vez más. El cuello del fémur y la columna vertebral se han vuelto porosos y pueden fracturarse por una simple caída, golpe o presión. Estos peligros se dan especialmente en mujeres que se encuentran en la menopausia y para hombres de edad avanzada. Si se suministra calcio a tiempo se reduce el riesgo de síntomas carenciales de cal y de osteoporosis.
Magnesio
El magnesio facilita el depósito de calcio en los huesos.
Participa en casi todas las funciones del metabolismo del organismo. Un cuerpo normal y sano contiene aproximadamente 25 g. de magnesio. Mientras que el calcio fortalece el esqueleto, el magnesio suministra energía a los músculos, aporta más oxígeno al cuerpo y acelera la regeneración de los huesos.
Un complemento alimenticio con calcio y magnesio es especialmente recomendable para personas de mediana edad, en casos de osteoporosis, descalcificación de los huesos en la menopausia, en embarazos y en el período de lactancia, en casos de curación tardía de los huesos en el período de crecimiento de los niños, en casos de propensión a alergias, para la estructura de los dientes y para cubrir las necesidades de calcio altas.