el absorbente de grasa
Un gran número de personas sufre de exceso de peso. Durante cinco millones de años el almacenamiento de grasas jugó un papel importante en nuestra supervivencia. Cuando había suficiente comida el cuerpo guardaba el exceso como reserva con el fin de estar preparado para épocas de carencia de alimentos. Pero hace sólo unas cuantas décadas nuestra oferta alimenticia ha cambiado. Hoy en día disponemos de suficientes alimentos como para alimentarnos regularmente y en la cantidad necesaria. Sin embargo el hombre está programado para almacenar la grasa. Esto conduce con frecuencia al exceso de peso y a los riesgos de salud que ello comporta, como por ejemplo enfermedades de las arterias, problemas en las articulaciones y muchas otras dolencias.
Buscando una sustancia natural para controlar el pesó se encontró, en una serie de pruebas, una sustancia que se obtiene de la corteza de crustáceos marinos. La sustancia denominada citina se convierte, gracias a un sencillo procedimiento, en chitosan . El chitosan actúa como absorbente de las grasas, no es digerible y no tiene ningún valor calorífico.
El chitosan puede absorber una cantidad de grasa que corresponda a cinco o seis veces su peso. Actúa como una esponja de grasa que gracias a su carga iónica positiva puede absorber las grasas y lípidos con carga química negativa. Esa masa que se forma de chitosan y grasa no puede ser asimilada por el aparato digestivo por lo que la grasa absorbida es eliminada de nuevo sin que se deposite en el organismo. Por ello al chitosan se le denomina "trampa para la grasa".
Cuando al organismo no se le proporciona la suficiente grasa a través de los alimentos, se toma la que necesita de las reservas, los llamados "almohadones de grasa" de la barriga, muslos y caderas, lo que significa automáticamente una pérdida de peso.
La ingestión de chitosan debería realizarse en forma de cura. Lo ideal es tomar chitosan durante el almuerzo y la cena. Los medicamentos y vitaminas que contienen grasa deberían tomarse por la mañana o como mínimo una hora antes de ingerir el chitosan. Mientras se tome chitosan debería beberse mucho líquido diariamente. Si la alimentación es baja en calorías y se beben 3 litros de agua diarios, el chitosan ayudará a que se produzca un control natural del peso.
Si ya no se desea perder más peso, sólo deberá tomarse chitosan cuando se ingieran alimentos con un alto contenido en grasas.
Las mujeres embarazadas o con hijos en período de lactancia no deben tomar chitosan, al igual que las personas que sufran de alergia a los crustáceos.