Ginkgo y Magnesio una buena combinación de sustancias activas
El buen estado físico de las personas mayores depende principalmente de la capacidad funcional del corazón, de la circulación y del cerebro. La falta de memoria y concentración, el aumento de la irritabilidad, la agresividad, el agotamiento rápido, los mareos, los zumbidos en los oídos y las pocas ganas de vivir pueden ser la consecuencia de una estenosis arteriosclerótica de los vasos sanguíneos que van al cerebro. El cerebro necesita aproximadamente un 22% del oxígeno del que dispone el cuerpo, aunque constituye únicamente un 3% del peso total del mismo. La angiostenosis es, con frecuencia, la causa de que no llegue suficiente oxígeno al cerebro, lo que provoca una disminución de las funciones cerebrales.
A partir de los 35 años los vasos ya empiezan a alterarse sin que el afectado se aperciba de ello. Amén de otros factores, en ocasiones esta enfermedad se desarrolla por predisposición hereditaria. Por este motivo es muy importante que las personas que, por su historial familiar corran el riesgo de padecer esta enfermedad, se sometan a controles regulares, pues en la primera fase es cuando, con este remedio natural, se consiguen los mejores resultados para combatir esta enfermedad. Además de llevar una vida sana, la administración de extractos de GINKGO-biloba puede estimular la circulación y mejorar el suministro de oxígeno al cerebro.
EL ÁRBOL DEL GINKGO (ginkgo biloba), que puede alcanzar alturas de hasta 40 m., es muy parecido a nuestras coníferas. Es originario de China y Japón, donde se cultiva como árbol de templo. Para su aplicación como remedio se utiliza el extracto de las hojas del GINKGO. El complejo de sustancias activas de las hojas del ginkgo aumentan el riego sanguíneo, dilatando especialmente las arterias medianas y pequeñas más profundas y mejorando así la microcirculación en el cerebro y en otros órganos. Además actúa sobre la velocidad del flujo en la zona capilar y estimula la formación de vasos de derivación.
El MAGNESIO tiene, como sustancia mineral, un papel clave en el metabolismo. Con la alimentación diaria no se ingiere la cantidad suficiente de magnesio. Debido a la intensa explotación del suelo y a la lluvia ácida, ni siquiera con una dieta muy variada se consigue ingerir la cantidad necesaria de esta sustancia. El magnesio, un mineral vital, alimenta y relaja el corazón, los nervios, los músculos y los vasos sanguíneos y permite que los órganos y el cerebro reciban una mayor cantidad de oxígeno.