La Magarza (Tanacetum parthenium), originaria de Asia Menor, se aplicaba ya en la Edad Media para tratar enfermedades propias de la mujer. Los médicos griegos Dioskuridis y Paracelsus utilizaban Magarza también para tratar subidas de fiebre. Seguramente por esta razón la Magarza es denominada en inglés, todavía hoy, "Feverfew", es decir reductor de fiebre.

Nuevos estudios muestran sin embargo que existe una aplicación de la Magarza con resultados mucho más efectivos aún en el tratamiento de la migraña. La migraña es una de las enfermedades más frecuentemente diagnosticadas en la Europa Central. Las causas que producen la migraña siguen sin estar muy claras. Se supone que guarda relación con las sustancias de transporte propias del cuerpo, como la serotonina, que ocasiona un cambio en el riego sanguíneo del cerebro. Con ello se produce primero un estrechamiento de los vasos sanguíneos y a continuación una dilatación anormal de los mismos. La consecuencia son los típicos dolores de la migraña.

Las sustancias que contiene la hierba madre, especialmente la sustancia activa partenolida, evitan que se extienda por el cerebro la sustancia de transporte serotonina cuya liberación es una de las causas de los ataques de migraña.

Estudios realizados en Gran Bretaña mostraron que en el 77% de los pacientes que habían tomado regularmente durante un espacio de tiempo de dos a cuatro meses la Magarza se constató una reducción de los ataques de migraña. Y, en el caso de que aparecieran dolores, éstos eran mucho menos fuertes y cada vez menos frecuentes.

La Magarza debería tomarse durante un espacio de tiempo de como mínimo cuatro meses, aunque lo ideal sería tomarla de forma constante.