El magnesio es una sustancia mineral de importancia vital que el organismo humano no puede producir por sí mismo.
Los investigadores del campo de la alimentación comprobaron que el 66% de las mujeres y el 59% de los hombres de los países desarrollados no ingieren con su alimentación la cantidad diaria de magnesio necesaria que es de 300 a 350 mg.
El magnesio participa en unos 300 procesos del cuerpo, principalmente en el abastecimiento neurógeno de la musculatura y en el metabolismo de las proteínas e hidratos de carbono.
La causa principal de la falta de magnesio en el cuerpo son los campos de cultivo excesivamente abonados y lixiviados, el agua potable muy blanda, la alimentación poco variada, rica en grasas y proteínas, el consumo regular de alcohol, purgantes y también el estrés, la administración de hormonas y la diabetes.
En los casos de estados carenciales de magnesio pueden aparecer múltiples dolencias como calambres en los músculos o las pantorrillas, inquietud, temblores, mareos, confusión, taquicardia, excitabilidad aumentada de la musculatura.
El magnesio reduce y calma en casos de sobreexcitabilidad, situaciones de inquietud, calambres y perturbaciones del ritmo cardíaco. Aumenta la asimilación de oxígeno, hace que éste llegue con más facilidad al corazón y contribuye al bienestar general y a aumentar el rendimiento.